Por Elizabeth Ortíz
Lic. en Asesoría Psicopedagógica
La familia tiene la característica de ser el primer medio de socialización, el cual le permite al niño su desarrollo a nivel emocional, social y físico. De acuerdo a Villavicencio, Romero, Criollo & Peñaloza (2018): “La discapacidad es un evento que trae aparejadas vicisitudes sociales, siendo la familia la más afectada” (párr. 1).
Si bien los padres ocupan el rol protagónico de cuidado, lo cual puede generar un desgaste emocional propiciando otro tipo de problemáticas psicosociales y familiares, los hermanos también afrontan alteraciones sociales y emocionales que requieren de atención y apoyo.
De acuerdo con Granada & Parra (2017):
Los roles cambian cuando hay un hermano con discapacidad, puesto que el contacto es diferente por las necesidades a las que está sujeta el hermano con discapacidad, es entonces donde los hermanos “sanos” sin discapacidad sufren un impacto, cabe destacar la posición que enfrentan ante las necesidades personales, los diferentes sentimientos y las dudas sobre el rol que deben desempeñar (p.26).
Algunas de las vivencias que atraviesan los hermanos especiales es el proceso de adaptación hacía su hermano con discapacidad, sentimientos que surgen de la situación como amor, celos, soledad y enfado, lo que a su vez genera una sensación de culpa (Alemán de León, 2015). Por lo tanto se considera de suma importancia la intervención adecuada, que apoye en la generación de herramientas que les permitan aprender a regular las emociones que se manifiestan en respuesta de las situaciones que tienen que enfrentar como hermanos especiales.
García (2018) refiere lo siguiente en cuanto el apoyo que requieren los hermanos especiales:
Muchos autores no solo muestran la necesidad de ayudar a validar los sentimientos a estos “grandes olvidados”, sino también la importancia de compartir estas emociones en un ambiente de iguales y que se puedan sentir identificados y entendidos por personas como ellos para que el ajuste psicológico sea mayor (p. 7).
Como se ha mencionado es necesario trabajar con el sistema más cercano al niño con discapacidad como lo son las relaciones entre hermanos. La Fundación de Apoyo para Niños Especiales, A.C. a lo largo de los años ha buscado crear un espacio que favorezca la expresión y el intercambio de vivencias, además de brindar la información y herramientas necesarias para abordar la situación que viven los hermanos especiales, esto mediante la realización del Taller para Hermanos ¿ Y yo no soy Especial? En donde se aborda a través de actividades recreativas y dinámicas las necesidades de ellos; brindándoles además, el espacio propicio para expresarse y poder detectar las dificultades de la vivencia de la discapacidad. Se busca también clarificar el diagnóstico del herman@ para que puedan comprender su comportamiento; así como reconocer las distintas etapas de duelo que viven. A la par, se trabaja con los padres de familia mediante una plática y orientación.
*Colaboración Exclusiva de FANE, A. C.
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