El pasado 27 de septiembre, el Padre Alfonso Sánchez Aguirre, entró a la Vida Eterna, llamado por Nuestro Señor Jesucristo. Acababa de cumplir 83 años (2 de agosto 1940).
Hombre culto, trabajador, entregado a su ministerio y con enorme compromiso de contribuir a la superación de los seres humanos, cuidándolos desde la infancia, buscando que en la adolescencia recibieran todo tipo de enseñanza que contribuyera a su formación integral. Y en su ministerio sacerdotal, siempre al cuidado de los adultos que como padres, madres y ciudadanos fortalecieran a su Familia y a su Patria.
A mediados de los años 60, sin conocerlo, recibí una invitación para acercarme a lo que ahora son las oficinas del Arzobispado y el motivo fue sorprendente: me pedía que en calidad de seglar me uniera al Club Youth, como asesora. Puse muchos pretextos, especialmente mi falta de preparación en religión. P. Alfonso para todo dio respuesta y en minutos ya le había dado mi palabra de aceptación.
Fueron años de aprendizaje, de compartir alegrías, preocupaciones, mucho trabajo y acompañar a esos jóvenes maravillosos que pasaron por el Youth. Oficialmente el día de mi matrimonio (30 de diciembre de 1973) con el Lic. Javier Prieto Aceves terminé mi actividad en ese querido grupo. Bondadoso el P. Alfonso oficio esa ceremonia y tuvimos la oportunidad, posterior a ella, de reunirnos en el salón parroquial con nuestros muchachitos.
Los estudios en Roma, permitieron a este extraordinario Hombre de Dios, recibir ofertas para hacer una carrera importante al lado de Obispos y Cardenales. Pero él, con humildad pidió regresar a Tijuana, donde sirvió por varios años en distintas parroquias. Hasta que fue comisionado a Ensenada para crear la Iglesia que fue construida al lado de la zona militar de El Ciprés.
Siendo el P. Alfonso hijo de militar y en una época en que oficialmente ni siquiera había relaciones diplomáticas con El Vaticano, las autoridades de iglesia, lo comisionaron para “abrir brecha” en ese lugar y dar oportunidad a los militares y sus familias de acercarse con libertad a su iglesia. Fue un éxito. Su ejemplo y su palabra merecieron el respeto y cariño de su feligresía. Sus misas fueron siempre verdaderos regalos para el espíritu y aprendizaje.
El dolor de su partida, se compensa con la seguridad de que ya está al lado de Dios Padre e integrado a la inmortalidad. QDEP el querido Padre Alfonso Sánchez Aguirre.
P. Alfonso con Javier Prieto y Luz Elena Picos
Red Social agradece el apoyo para esta edición del Lic. Carlos Bustamante Anchondo.
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