En este cuarto mes del año se celebra el Día del Niño.
Para muchos los grandes festejos, como el del Niño, significan ocasiones para promover gastos, que luego resultan graves, al no contar con economías sanas las familias. Pero el gusto y la alegría de festejar a la chiquillada, nadie se los puede quitar. ¿Que los ganadores son los comerciantes? Bueno, ellos invierten, publicitan y realizan actividades que fortalecen la economía social.
Especialmente en esta época de tantos problemas económicos, de inseguridad por el futuro, y por el auge de la delincuencia, que los niños sean festejados “en su día” no es un hecho que llegue a tragedia. Cada quien invertirá lo que pueda y además hay algunas empresas e instituciones ciudadanas y hasta los gobiernos en Baja California que invierten algo para festejar a los niños. Mientras no se derroche, bienvenidos.
Un gran porcentaje del material que contiene este ejemplar, está dedicado a los niños. Especialmente leyes y documentos que mencionan todos los derechos que se les debe proteger. Y no es que los adultos, especialmente padres, madres y tutores en general ignoren de esos compromisos, pero… no está por demás mencionarlos. Y se hace porque en los últimos meses se han visto dolorosos hechos de niños que son asesinados por sus propios familiares y en general por delincuentes que se han posesionado de las calles de México.
Cuidar de los niños, protegerlos, proporcionarles todos los satisfactores a los que tienen derecho, debe ser una preocupación de familias y gobiernos. No está por demás recordarlo.
A lo largo de estas páginas, confiamos en que encontrarán ejemplos e historias de los pensamientos y actuaciones de quienes con enorme cariño por esta tierra bajacaliforniana dedican sus mejores esfuerzos a servirla y coadyuvar a su desarrollo. Hace unos cuantos años, muchos de los que integran instituciones de la sociedad civil, hemos decidido unirnos para realizar las actividades. No esperar ni comprensión ni ayuda del gobierno porque vendría la decepción. Claro que si llega, habremos de reconocer nuestro error.
Baja California nos necesita hoy más que nunca, con las complicaciones que nos traen los desplazados y migrantes. En lo posible seguiremos ayudándolos para que salgan adelante.
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