Por: EVA SOLÍS
El apoyo del Club Tigres ha sido fundamental para su desarrollo
Para Gina Liliana Trujillo Mayorga, ser una persona con discapacidad intelectual no fue impedimento para que ganara 130 medallas en diferentes disciplinas deportivas en Olimpiadas Especiales, lo que hizo posible que fuera la primera mujer inducida al Salón de la Fama de Tijuana en esta categoría como reconocimiento a su trayectoria.
A diferencia de otras personas que tienen una discapacidad y no reciben ninguna motivación, la señora Magdalena Mayorga Torres, mamá de Gina, decidió apoyarla cuando recibieron el diagnóstico a pesar de que hace 43 años -cuando ella nació-“era más difícil hablar de este tema y no había programas para respaldar a los menores con esta condición.
“La parte más difícil es la aceptación porque mi esposo decidió terminar la relación por este motivo”, afirma, “uno tiene que aprender a vivir con esta situación y con la consciencia de hacer algo más, no dejarla ahí, porque lo que uno busca es que ellos sean independientes”.
Considera que la motivación es muy importante porque de lo contrario “están en su mundo y hemos visto que aun con diferentes discapacidades es sorprendente lo que llegan a aprender cuando reciben respaldo de sus padres y familiares”.
“Gracias al deporte, mi hija encontró una motivación al ganar una medalla y si no fuera por esto, ella estaría encerrada sin hacer nada, porque así hemos visto muchos casos en que los padres no quieren hacer ningún esfuerzo por sus hijos”, asegura la señora Magdalena.
Inicia a los 11 años
Gina Liliana inició sus actividades deportivas practicando primero atletismo cuando tenía 11 años de edad, después seguiría con gimnasia, basquetbol, jockey sobre piso, voleibol, boccia y ahora en tenis.
Entre las experiencias más significativas de Gina se encuentra su participación en tres mundiales: Carolina del Norte, donde obtuvo la medalla de oro, Corea y Austria, así como haber asistido a varios eventos nacionales.
Aunque la señora Mayorga reconoce que al principio era difícil para Gina practicar algún deporte, poco a poco fue entrenando y ahora ve cómo ha evolucionado, y lo mismo sucede con las otras personas que practican algún deporte.
Surge el Club Tigres
Magdalena Mayorga recuerda que ella y otras mamás se reunían en el CREA para que sus hijos practicaran algún deporte, cuando el yerno de una de las señoras les platicó de las Olimpiadas Especiales que se realizaban en el país.
Ellas preguntaron que tenían qué hacer y así fue como Magdalena y otras tres señoras crearon el Club Tigres Asociación Civil en 1987 para estar afiliadas a las Olimpiadas Especiales, y que sus hijos pudieran participar en este evento.
La asociación, integrada por 60 padres de hijos con discapacidad intelectual, las mamás y papás se han convertido en entrenadores y cada sábado de 9 a 11 de la mañana y el lunes de 4 a 5 de la tarde acuden los niños y jóvenes al CREA a practicar el deporte de su preferencia.
Cada integrante del club aporta 50 pesos mensuales para crear un fondo que les ayude a solventar los gastos como pasajes de avión, hotel, entre otros, para que sus hijos puedan participar en las competencias. A veces piden el apoyo de la gente para poder cubrir todos los gastos.
Además, el Club Tigres se ha convertido en una gran familia donde los padres e hijos conviven, intercambian experiencias, celebran juntos las victorias y se apoyan en los momentos difíciles.
“Antes el Instituto Municipal del Deporte de Tijuana (IMDET) becaba a los deportistas por un año con 600 o 700 pesos mensuales, era una motivación para ellos además de ganar una medalla, pero ya no contamos con ese apoyo”, comenta.
“Hemos llegado a tener hasta cien atletas en las diferentes disciplinas deportivas y el deporte les ha ayudado a socializar, a mover su cuerpo y tener autoestima”, agrega Mayorga Torres. Les ha cambiado la vida.
Por eso recomienda enfáticamente: “Acepten a su hijo(a) que tiene una discapacidad y llévenlo a practicar algún deporte. Lo más importante es la aceptación y vean todo lo que pueden ayudar. Vengan al Club Tigres y vean a sus hijos participando en algún deporte. Ellos (los hijos) se sienten útiles porque pueden hacer las cosas y hasta independientes. Seguimos aquí para cosechar más medallas y tenemos que pensar en las necesidades de nuestros hijos, así como ver que hay más adelante para ellos porque como padres no somos eternos”.
Cualquier información, incluyendo la forma de ayudar a esta extraordinaria causa, comunicarse con la señora Magdalena Mayorga Torres Tel 664 342 1520.
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