Al cumplir EUNIME POR TIJUANA, A. C. 16 años de atender a niños con VIH, la directora de esta institución, Juana Ortiz Quezada, afirma que lo más difícil durante todo este tiempo “ha sido la falta de empatía de la gente hacia los niños con VIH”, por lo que se requiere trabajar más en sensibilizar a las personas para tener una sociedad más humanizada.
“Cuesta trabajo que la gente sea empática porque nunca pensamos como se siente el otro, por lo que persiste una barrera fuerte de discriminación hacia esta enfermedad y es necesario crear igualdad de circunstancias”, considera.
Asegura que esta falta de empatía no obedece a que la gente carezca de información, sino que “nos estamos deshumanizando y después de la pandemia lejos de aprender la lección, nos hicimos más individualistas”.
Comenta que a pesar de que a los niños que viven en Eunime se les explica acerca de las limitantes que tienen por su enfermedad y que ellos las comprenden, es en la escuela donde viven esa falta de empatía y entonces es cuando uno se pregunta ¿cuándo van a entender las personas? y “nos toca lidiar con esto”.
Hace 16 años se abrió Eunime - la combinación de los nombres de Eunice y Noemí, hermanas de Ortiz Quezada, quienes fueron los primeros casos pediátricos de VIH en Baja California- para atender y cuidar a los menores de edad con esta enfermedad.
Desde entonces, los retos han sido muchos, afirma la directora, sobre todo conseguir los recursos para mantener esta casa, que actualmente alberga a 22 niñas, niños y adolescentes, y que reciben desde recién nacidos y menores de edad.
En Eunime les proporcionan cuidados, alimentación, ropa, medicamentos, educación y hasta atención médica y psicológica para que se desarrollen de una manera integral.
Con el evento Moda X Vihda, realizado en Terraza Cosmopolitan para celebrar el 16 aniversario de Eunime por Tijuana, se recaudaron fondos que se destinarán a la atención psicológica de los menores, ya que representa un gasto mensual de 20 mil pesos para esta casa hogar.
“Algunos niños tienen daño neurológico por el consumo de drogas de sus padres, y otros han sufrido algún tipo de abuso en sus familias”, comenta Ortiz Quezada, “afortunadamente el 80% de los menores de Eunime ya recibe terapia”.
“Lo más gratificante durante estos 16 años en Eunime ha sido ver que para las niñas, niños y adolescentes que llegan aquí -a veces desde recién nacidos- su condición de salud no es una limitante para que logren desarrollarse y tener una búsqueda de su felicidad y de su plenitud. Además el 100% de los menores que hemos recibido han sobrevivido a su enfermedad. Necesitamos trabajar más para tener una sociedad más humanizada”, expresa con pasión Juana Ortiz Quezada. (E.S.)
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