La Navidad originaria y las falsificaciones al gusto de cada uno.
En seguida presentamos una pequeña encuesta a nuestros lectores alrededor de lo que cada una opine que es una «Feliz Navidad» y que, por supuesto, nos traiga la mayor felicidad posible a todos. Marque con una equis dentro del paréntesis su caso:
1.- En estas épocas se me agolpan sentimientos de ternura no sé muy bien por qué... ( )
2.- ¡Qué alegría ver tan bellos envoltorios para regalo! ¿Qué me tocará? ( )
3.- ¡Cómo me viene nostalgia por los bellos cánticos!: ¡Jingle bells, Jingle bells! ( )
4- ¡No hay ya navidades como las de casa de los abuelos! ¡Qué cenas, qué bonito! ( )
5- ¡El amor del Niño Dios llegó, a María, a José a los pastores y al corazón de todos los que queramos recibirlo! ¡Sagrada Familia, quédate en nuestro corazón y en nuestra vida y con nuestra familia para siempre! ( )
O se podría también elegir que pasáramos una noche todos juntitos viendo NETFLIX o al nuevo DISNEY porque en ellos sale el tierno amor de dos princesitas gay o de dos principitos que se amarán para siempre y serán, como nosotros, intensamente felices.
(Dicen que hoy, lo políticamente correcto es volvernos todos «incluyentes»)
Y usted, lector, ¿Qué opina?
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