La emergencia mundial que se vive con personas migrantes y desplazadas, en Tijuana está aumentando con fuerza entre los grupos organizados que en esta ciudad fronteriza desde hace décadas, ayudan en la solución de esta problemática.
El Desayunador Salesiano “Padre Chava” que ha atendido gratuitamente en Tijuana desde enero de 1999, ahora está en problemas. Y es lógico, desde un inicio fue creado para que las familias comprometidas para su atención, también acercaran –de su peculio- los alimentos. Pero la desbordada migración propiciada por los gobierno de los Estados Unidos de América y México, deportan a las personas y nuestro país las recibe. Lo cual estaría bien, si el dinero sobrara a este gobierno. Pero no es así.
Desde las cinco de la mañana, hombres, mujeres y niños empiezan a formar dos largas filas afuera del local ubicado en la calle Ocampo 700 en el centro de la ciudad, a escasos metros de la Línea Internacional, para ingresar a él de manera ordenada poco después de las ocho y distribuirse en varios grupos para ocupar las mesas.
Antes de sentarse a la mesa, cada grupo eleva una oración para dar gracias por el desayuno que recibirá gratuitamente – un caldo, pan, café o agua fresca- y que para muchos de los migrantes, indigentes o incluso familias que llegan aquí, representará la única comida que tendrán durante todo el día.
Cerca de la cocina se encuentra una imagen de la Virgen de Guadalupe y en una de las paredes la fotografía del padre Salvador Romo Gutiérrez, un sacerdote salesiano que llegó a Tijuana en la década de los 70´s y cuando salió de la antigua Central Camionera quedó impresionado al ver que los migrantes dormían en la calle. Su arribo a esta ciudad tuvo como propósito fundar seis oratorios salesianos en zonas marginadas de esta frontera.
Han transcurrido 24 años y hoy el Desayunador Salesiano Padre Chava, en honor al sacerdote Salvador Romo Gutiérrez, sigue proporcionando desayuno de las ocho a las diez de la mañana en un recinto donde los migrantes, indigentes y desamparados se reúnen en silencio para compartir el pan aún sin conocerse, a cambio de respetar las reglas como no acudir tomado ni drogado, mantener el orden y tirar su plato y su vaso en el depósito para la basura.
Titánica es la labor de los sacerdotes y hermanos Salesianos y una buena cantidad de voluntarios: estos últimos se encargan de recibir y atender a la gente que acude a este sitio. Los donativos que acercan personas de buena voluntad y gran corazón, han ido escaseando debido a las crisis de salud y económicas, además del desproporcionado aumento de personas necesitadas. Todo ello está poniendo en enormes dificultades al Desayunador.
Han iniciado una campaña para, en lo posible beneficiar a todas las personas que tengan necesidad de alimentarse, debido a la situación migrante o de calle. Si usted está en posibilidad de acercar alguna ayuda puede comunicarse, incluso para que pasen a recoger lo que usted bondadosamente quiera aportar en especie, principalmente. Alimentos y artículos de limpieza siempre son necesarios. (E.S.)
Tel. 664 688 2790 Correo desayunadorsalesiano@gmail.com
FOTO: Edificio Sede
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