Por Luz Elena Picos
Fotos: Internet
Ella asegura que en sus relaciones con los hombres es fiel y respetuosa. Que nunca inicia un romance nada más porque si: primero se convence de que el hombre “vale la pena”.
“Sí, soy muy especial, mis relaciones amorosas han sido pocas, pero buenas”, dice Christian Bach, con un tono serio, pero sonrisa picaresca, como inicio de esta charla sobre los hombres en su vida.
“Bueno, tendría que recordar esa frase “detrás de un hombre, hay una mujer”. Y agregaría, “detrás de toda mujer hay un hombre”. Porque sí creo en los apoyos que nos damos mutuamente. Lo que pasa es que, a medida que una crece, el tipo de relación va variando. Para mí, el primer hombre importante ha sido mi padre, desde dos perspectivas: como esposo de mi madre y también en su relación conmigo.
“Mi padre, sin tener nada que ver con el mundo artístico, salvo su apellido (como el compositor alemán Juan Sebastián Bach) ha sido y es un gran apoyo para mi madre (bailarina de ballet). Le gustó su carrera, la respetó en sus inquietudes, le dio ideas. Es decir, es un excelente compañero.
Eso me dio, desde chica, una visión de la relación de la pareja y de la familia. En su conducta y trato conmigo, siempre me ha apoyado y me ha impulsado en todo lo que yo quería hacer, ya fuera en mis estudios o en mi trabajo. Siempre fue comprensivo, y nunca una relación castrante. Por eso la figura de un hombre, para mí, ha sido tranquilizadora y positiva, no lo puedo ver como competidor o como adversario”.
El primer hombre: JORGE
Christian no se cansa de insistir en que su imagen de mujer fatal o frívola, nada tiene que ver con la realidad: “Desde chica tuve mis novios, esos grandes amores platónicos, pero realmente no trascendieron. Hasta que tuve 18 años, yo me enamoré por primera vez y por supuesto que fui correspondida; es más, nos íbamos a casar. Él no se opuso a mi carrera, por lo menos tuvo la inteligencia de no decirlo, aunque yo sentía que no estaba de acuerdo.
“Jorge era el ideal de hombre; guapísimo, inteligente, encantador, simpático, deportista y con su vida económica asegurada. Pero su proposición me dio miedo. Yo trabajaba profesionalmente y, además, a los 18 años no se tiene experiencia. No me refiero a lo sexual, ni a las afectivas, sino a las de la vida, del trabajo, de esas que contribuyen a nuestra madurez. Creo que fue la primera ocasión en que termine por preferir mi carrera.
El segundo: PEPE
“No me volví a enamorar, quizá porque creo que no es importante tener muchas relaciones, sino pocas y buenas. Hasta que llegó José que, por cierto, al verlo no me gustó, pero eso sí, me llamó la atención su inteligencia y su habilidad. También teníamos muchos gustos, inquietudes y aficiones en común; coincidimos principalmente en nuestra filosofía de la vida. Pero después de un año terminé, porque no estaba enamorada de él. En Pepe quizá vi a un gran amigo, alguien a quien quise mucho.
El tercero: JESSE
“Casi al llegar a México conocí a Jesse, con el que duré tres años, pero ya ha pasado uno desde que terminamos, aunque actualmente tenemos una excelente amistad. Hay problemas que nos impiden llevar una relación que yo sienta que puede tener futuro. De hecho, nos íbamos a casar, justamente el asunto “tronó” cuando tomamos esa decisión. Pasaron cosas que me hicieron ver que no era el destinado para mí”.
La guapa actriz no escatima elogios para su ex: “Es una persona súper amplia de criterio, abierta. A mi mejor amiga, le diría que él es el mejor chavo que conozco, lo que pasa es que no funciona conmigo, aunque reconozco que es sensacional”.
¿Un amor secreto?
Pero…¿usted le cree cuando asegura que sólo ha tenido tres novios en su vida? Cuesta trabajo, a menos que sea cierto, lo que algunos de sus admiradores aseguran: que Christian Bach tiene un amor secreto, que lo quiere sólo para ella, y que no le interesa compartirlo.
“¡Ay, por favor!, la gente inventa muchas cosas. Todos los días llegan a “informarme” sobre mi amor en turno. Por ahora dicen que ando con un político de muy altos niveles y, para empezar, ¡ni lo conozco personalmente! Además no me gusta la política. Creo que la gente no concibe la vida de una actriz como normal o sentimentalmente tranquila, como es mi caso. Pero la fantasía de la gente va a aniveles insospechados, ¿no lo crees?
“Desde hace un año no tengo una relación nueva, porque mi trabajo me absorbe mucho y, además, pienso bien en cómo ha de ser el hombre que acepte. Para empezar, debe ser muy, pero muy inteligente y poseer cualidades que me han admirarlo; además, alguien del que pueda aprender cosas. La edad no importa, aunque hasta ahora no he tenido ninguno que me lleve más de seis años. También hay que tener presente que, al terminar una relación, me quedo tan harta de sus defectos que busco totalmente lo opuesto”.
Los hombres en su carrera
En su trabajo y estudios, Christian ha tenido más hombres que en el plano amoroso: “Mi maestro de teatro, Agustín Alezzo, me introdujo en la técnica teatral. Héctor Zaraspe, en baile; ahora maneja todo ese aspecto en la Julliard School, en Estados Unidos. Ellos dos, en lo que respecta a mi formación como artista.
“De México, Valentín Pimstein, que durante tres años estuvo reiterando la invitación para que viniera a hacer una telenovela. Y Víctor Hugo O´Farrill, porque fue mi primer contacto con Televisa. Me llamó la atención, porque es una persona muy joven, con la cual se puede hablar de igual a igual. Lleno de expectativas, de entusiasmo para conocer proyectos y para aceptarlos si valen la pena. Es de un nivel humano increíble. Es mi amigo, y de las mejores gentes que he conocido en México.
“Don Ernesto Alonso es algo especial, él ha sido fundamental, pues me ha dado dos novelas importantísimas: El amor nunca muere y Bodas de Oro. Ha creído en mí ciegamente. Y en el plano de la amistad, ha sido una persona clave en mi vida. Tiene unas vivencias impresionantes, una ubicación increíble, criterio amplio. Cuando tengo un problema, por ejemplo, afectivo, recurro a él.
“Y que puedo decir de Héctor Mendoza? Mi director en Crímenes del Corazón (obra teatral en la que logró una magnífica actuación) ha sido muy importante, y yo ¡lo adoro! Es uno de los mejores en este país, con una sensibilidad muy especial con un sentido del humor y una inteligencia como pocos. Si recordamos bien, todos los hombres que he nombrado tienen un común denominador: la inteligencia. Por eso digo que siempre son importantes aquéllos de quienes se puede aprender algo o recibir consejos”.
En el ambiente artístico tiene tres grandes amigos: “Héctor Bonilla, que es mi amigote; somos algo así como uña y mugre. También están Humberto Zurita y Rafael Sánchez Navarro. Ellos tres son la mejor muestra de que puede existir una amistad grande, sincera y sin ningún interés romántico. Además por coincidencia cada uno de ellos son magníficos actores, cuya calidad la han demostrado ampliamente… ¿no te parece?
Nota: Entrevista publicada originalmente
en COSMOPOLITAN 1984. La temática, poco
usual y la fecha que se recuerda por el
Día de Muertos, se consideró para
compartirla en este ejemplar de noviembre.
Comments