Durante muchos años se les ha identificado como “Niños de la Calle”. ¿Y quienes son? Por lo general provienen de grupos vulnerables, de padres en conflicto, familias desintegradas o encarceladas por distintos problemas. Los niños, niñas y adolescentes quedan a la deriva por la falta de un adulto comprometido a cuidarlos.
En Baja California, debido a la preocupación por esos menores, la sociedad civil organizada, grupos religiosos de distintas denominaciones o empresarios con interés en la problemática, se organizan, crean patronatos y dan vida a distintas Casas Hogar. Los gobiernos, presionados por esos ejemplos o por la misma sensibilidad de los responsables, han abierto generalmente en algunos municipios Albergues para dotar de lo necesario a esos pequeños. Hay uno en Tijuana, otro en Mexicali y la responsabilidad de su administración es el Sistema DIF Estatal.
Con mucho respeto por la privacidad de quienes reciben los cuidados en las Casas Hogar, presentamos como una primera entrega, información sobre instituciones que son ejemplares en cuanto al manejo de los niños, niñas y adolescentes. La idea es que se tenga presente que estos hogares sustitutos, tienen muchas necesidades para cumplir con la dotación de todo lo necesario para el desarrollo de las criaturas a su cargo.
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