La pobreza propicia hambre y en Ensenada, a pesar de estar cerca de enormes sembradíos de frutas y legumbres, hay mucha hambre. Pero también desperdicio de quien lo tiene todo. Para solucionar esos dos problemas y que el primero se beneficiara con el segundo un grupo de bondadosas personas decidió en 2014, crear y registrar el Banco de Alimentos de Ensenada, A. C. Pero en lugar de pedir la ayuda de la gente que desperdiciaba la comida o esperar a que se la acercaran para hablar de sus necesidades, se organizaron en grupos. Solicitaron en los campos, que les asignaran áreas y que les permitieran recolectar productos. Eso resultó una novedad, porque la costumbre era que productos buenos, pero maltratados, se tiraran, cuando estaban en posibilidad de ser aprovechados. Pero también acudieron a comercios del puerto y así han podido obtener una buena cantidad de alimentos (siempre insuficiente) pero que les permite ayudar a personas que de otra forma no podrían dar de comer a sus familias. Se ha fijado, para quienes lo pueden pagar una cuota simbólica de por producto y un poco más para la despensa básica. En esa forma se les respeta su dignidad al poder decir que ellos compran esos productos. Mensualmente entregan alrededor de diez mil kilos de alimentos.
Esta Institución podría considerarse paradigmática y ser tomada en cuenta por tantas personas que buscan la forma de ayudar y no la encuentran. Los problemas están ahí, solo es cuestión de que una o dos personas, busquen la forma de multiplicar esfuerzos para cumplir con un proyecto. Así la sociedad en su conjunto se beneficiaría.
Banco de Alimentos de Ensenada, A. C.
Manuel Acuña Mz 38 lote 1
Tel 646 172 0633
Alimentos perdidos. En el mundo se desperdician al año 1,300 millones de toneladas de alimentos.
En México l/3 parte del alimento que se produce en México, se desperdicia. Esto equivale a 38 toneladas por minuto.
En la Red BAMX, rescataron en 2021 la cantidad de 135´504.773 kilogramos de alimento del cual 51% fueron frutas y verduras y 49% artículos perecederos.
Mejoraron la alimentación en 4,858 instituciones. 4,187 comunidades. 2,331 urbanas y 1,856 zonas rurales.
Reforzaron la alimentación de casi dos millones de personas de forma recurrente. El 22% fueron niñas, 14% adolescentes. 51% adultos y 12% adultos mayores.
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