Esta institución nace en 1996 para combatir el hambre y la pobreza. E inicia desde conseguir un terreno, hacer el edificio, buscar entre la iniciativa privada y la gente con recursos económicos para que les pueda dotar de alimentos que luego deban de ser repartidos entre instituciones de la sociedad civil que reúnen centros de rehabilitación de adicciones, orfelinatos, asilos de ancianos, albergues para personas con discapacidad y en general grupos de familia en situación de vulnerabilidad. Ha trabajado en la sociedad y con representantes de la iniciativa privada para comprometerlos a donar en lugar de tirar la comida. Las empresas han entendido esto y entregan alimentos en buen estado, pero que no están aptos para su venta. Esta institución antes de que los gobiernos federales sacaran el lema, ellos ya trabajaban desde finales de los 90´s “Por un México sin Hambre”, en la campaña anual que incluye los grandes supermercados y centros de abastecimiento de alimentos. También han sabido sumar el trabajo voluntario de la misma gente que se beneficia con las despensas y por cada uno de los paquetes de alimentos, se les cobra una cuota mínima. En el directorio de beneficiados semanales se incluye a miles de personas. Y como un programa importante para educar a las familias en una adecuada nutrición, con cursos sobre este tema. El hambre, por lo menos en Tijuana, debe ser solucionada no tan solo con programas asistencialistas sino buscando que las personas se involucren en las soluciones para que dignifiquen su propio trabajo.
BANATI
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