Por EVA SOLÍS
Una de las más antiguas instituciones bajacalifornianas que atiende a infantes cuyas familias por trabajo no pueden cuidarlos, está en graves dificultades, ante la carencia de apoyos económico. La Casa de Cuna Católica TRONCOSO Y BERRUECOS, A. C., tiene urgencia de realizar obras de mantenimiento a sus instalaciones.
Para las actuales actividades deben cumplir las indicaciones de Protección Civil indispensables para la seguridad de todos. Los dos años de intermitentes pausas en el servicio que la Pandemia COVID obligó, causó el alejamiento de benefactores que ayudaban físicamente en el aspecto del mantenimiento. En este momento ya están atendiendo a 45 infantes que lo requieren.
La hermana Juanita Cuatzo Montes, directora de esta institución, informa que afortunadamente reciben donativos de ropa y comida para realizar su labor, pero no cuentan con ingresos fijos para efectuar el mantenimiento del edificio y de los salones, por lo que cada vez se requiere más dinero para hacer frente a estas necesidades, en la actualidad el techo tiene varias goteras y es urgente efectuar la impermeabilización para evitar que se deteriore y que posteriormente resulten más caras las reparaciones, así como pintar los salones.
“Una asociación de California nos dijo que nos apoyaba con la impermeabilización si nosotros le presentábamos el presupuesto”, dice la hermana Juanita, “pero no he logrado que alguien nos respalde para hacer la cotización”.
En un amplio terreno, ubicado en el fraccionamiento Calette, se encuentra esta Casa de Cuna que cuenta con salones, capilla, cocina, oficinas, patio, entre otros, y en este momento alberga a 42 niñas y niños, en su mayoría hijas o hijos de madres y padres solteros, donde reciben cuidados y educación por el pago de una mínima cuota de recuperación mientras sus papás trabajan.
Atienden a niños desde recién nacidos hasta seis años de edad, quienes llegan a partir de las 6:30 de la mañana y sus papás pasan a recogerlos desde las 4 hasta las 6 de la tarde, por lo que durante el tiempo que se quedan en esta casa reciben comida, los cuidados del personal y si tienen la edad suficiente pueden cursar el preescolar, en la misma institución.
Bajo el cuidado de la Congregación de las Hermanas del Sagrado Corazón de Jesús, esta Casa Hogar fue fundada en 1948 en Tijuana y de las 14 religiosas que realizaban gratuitamente su labor solo quedan cinco. De este número, únicamente dos están en activo, ya que las otras tres debido a su avanzada edad ya no pueden atender a los menores.
Las dos religiosas, entre ellas la hermana Juanita, llevan a cabo su labor con el apoyo de 3 maestras y 4 asistentes, a quienes se les paga su salario por su trabajo, y además tienen que cubrir el pago de los servicios y los gastos que surjan por la operación de esta casa.
“Tristemente el gobierno (de cualquier nivel) no nos apoya y nosotros ayudamos a la gente, no somos una guardería para hacer negocio, sino para cuidar a las niñas y niños mientras sus mamás y/o papás trabajan”, añade la hermana Juanita.
A los padres de familia se les realiza un estudio socioeconómico para determinar la cuota de recuperación que pagarán por su hijo, y ese dinero apenas les ayuda a cubrir lo necesario.
Casa de Cuna, con los donativos de ropa, zapatos, juguetes, entre otros, que les regala la gente y que apenas van a reanudar este año, debido a que lo tuvieron que suspender por la pandemia.
Y la otra fuente de ingresos es la kermesse anual, que realizan el mes de mayo de cada año también en el patio de la casa de cuna, pero que no la habían realizado a causa de las restricciones de la pandemia.
Sin embargo, comenta la hermana Juanita, “las necesidades son muchas y no contamos con un respaldo económico para tener personal que nos apoye y cumplir con todo lo que exige el gobierno”.
“Requerimos del apoyo económico de la comunidad para cubrir los sueldos del personal, darle mantenimiento a la casa y pagar todos los requerimientos que nos exige el gobierno (ya sea municipal o estatal) para seguir atendiendo.
“ Nosotros no hacemos negocio, cuidamos a las niñas y niños, en su mayoría hijos de madres o padres solteros, para que estén protegidos mientras sus padres trabajan. En la actualidad, debemos de estar conscientes de que hay una pérdida de valores porque no se les presta atención a los menores. Ojalá este mensaje llegue a su corazón para que nos apoyen y así seguir ayudando a las niñas y niños para que ellos tengan un mejor futuro”.
Casa de Cuna Católica Troncoso y Berruecos, A.C.
Correo: ctroncoso_berruecos@hotmail.com
Tel. 664 686 15 45
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